A pesar de que aún no se sabe con certeza si los aranceles se impondrán, los expertos advierten que serían perjudiciales para las tres economías, con pocos beneficios.


Tras décadas de integración comercial en América del Norte, los aranceles que Trump planea imponer a México y Canadá, los principales socios comerciales de EE. UU., podrían generar una gran sacudida en las relaciones comerciales. Trump mencionó en la Oficina Oval que podría establecer un arancel del 25% a ambos países, con fecha prevista para el 1 de febrero.
Es probable que tanto Canadá como México respondan con aranceles en represalia, lo que afectaría las cadenas de suministro y las líneas de producción que están fuertemente interconectadas en toda la región. Los expertos en comercio se preguntan si estos aranceles se implementarán realmente o si simplemente son una estrategia de negociación para presionar a México y Canadá a hacer concesiones. Ambos países evitaron tarifas elevadas durante el primer mandato de Trump y confían en que Estados Unidos necesita su cooperación para hacer frente a China, un competidor mucho más grande.
Economistas y legisladores advierten que estos aranceles podrían resultar en una pérdida de ingresos y empleos, además de aumentar los precios de diversos productos para los consumidores. El lunes, Trump firmó una orden ejecutiva que instruye a las agencias federales a revisar a fondo las políticas comerciales de EE. UU., lo que podría llevar a nuevas medidas contra México y Canadá.