Marcha de trabajadoras sexuales en la Ciudad de México: una exigencia de derechos y seguridad social

6/3/20252 min read

Una lucha por el reconocimiento y la dignidad

El pasado lunes, un grupo de trabajadoras sexuales se congregó en el corazón de la Ciudad de México, en una marcha emblemática que resonó fuertemente con el llamado a la justicia social y al respeto de los derechos humanos. Esta movilización no solo conmemora el Día Internacional de la Trabajadora Sexual, sino que también marca un punto crucial en la lucha histórica por el reconocimiento legal de su labor y el acceso a servicios básicos como la seguridad social.

El legado de la protesta de 1975 en Francia

Hay que recordar la importancia de la primera gran protesta de trabajadoras sexuales que se ocurrió en 1975 en Francia, cuando más de 150 mujeres tomaron una iglesia para visibilizar sus exigencias. Desde entonces, este movimiento ha crecido, y la necesidad de reivindicar los derechos laborales y sociales de quienes se dedican al trabajo sexual ha adquirido mayor urgencia. Las trabajadoras en la Ciudad de México, con este acto de protesta, buscan continuar ese legado y exigir que su voz sea escuchada. La historia ha demostrado que la lucha por la dignidad y el respeto es incesante y requiere de la solidaridad de quienes creen en la igualdad de derechos.

Demandas de seguridad social y el fin de la violencia

Las demandas de las trabajadoras sexuales son contundentes y reflejan la precariedad en la que muchas de ellas viven. A través de su marcha, exigen el acceso a seguridad social, ya que muchas no cuentan con una red de protección que garantice su bienestar físico y emocional. Asimismo, abogan por un cese inmediato de la violencia que enfrenta esta comunidad, que muchas veces incluye hostigamiento, estigmatización y agresiones físicas. La falta de reconocimiento legal de su trabajo no solo margina a estas mujeres, sino que también perpetúa un ciclo de violencia e impunidad.

La marcha no solo fue una protestar, sino una reunión de voces que se levantan no solo por ellas, sino también por otras que no pudieron estar presentes. Las trabajadoras sexuales son una parte fundamental de nuestra sociedad, y su lucha debe ser apoyada en todos los estratos sociales. Mientras continúan marchando y exigiendo sus derechos, es vital que se genere un diálogo que incluya sus voces y experiencias, ya que solo así se puede avanzar hacia un futuro más justo.