“Campeche sin ley: motines, huelgas y caos policial bajo el mando de Layda Sansores”

CAMPECHE, Camp.— Campeche vive una de sus peores crisis de gobernabilidad: motines, huelgas de policías y un sistema de seguridad colapsado han dejado a los ciudadanos a merced del crimen. Todo esto ocurre bajo la mirada indiferente de Layda Sansores, quien lejos de asumir su responsabilidad, protege a funcionarios señalados por su incompetencia, como la secretaria de Seguridad, Marcela Muñoz.

En lo que va del sexenio, los elementos policiacos han protestado en repetidas ocasiones por condiciones laborales precarias, falta de equipo, retrasos en pagos y nula capacitación. La situación llegó al límite con huelgas masivas y enfrentamientos internos que dejaron en evidencia el desgaste total del aparato de seguridad estatal.

Lejos de atender las demandas legítimas de quienes arriesgan la vida para proteger a la ciudadanía, Sansores optó por confrontarlos y respaldar a su círculo cercano, incluyendo a Marcela Muñoz, señalada por decisiones erráticas y por su falta de experiencia operativa en el terreno. Esta actitud ha provocado una fuga de talentos, desmoralización y abandono de funciones clave en el estado.

Los reportes de desabasto de uniformes, patrullas fuera de servicio y turnos extenuantes sin pago extra se acumulan. Mientras tanto, el gobierno estatal minimiza la crisis y apuesta por discursos vacíos en lugar de soluciones reales, permitiendo que la inseguridad se dispare en zonas antes tranquilas del estado.

Campeche está sin ley, sin rumbo y sin gobierno. Lo que alguna vez fue un ejemplo de estabilidad hoy es símbolo del desgobierno morenista, con una Layda Sansores más interesada en su figura pública que en atender el desastre institucional que tiene en sus manos.