¡Cárcel a la misoginia! Basta del cinismo de Noroña: usa la agresión de género como su último recurso

La denuncia de cohecho de la legisladora Carolina Viggiano evidencia que la única respuesta del Senador es la CALUMNIA MACHISTA

10/22/20252 min read

La furia de la tribuna se ha trasladado a las redes sociales, y el Senador con licencia Noroña ha desnudado su talante machista y autoritario. Tras ser señalado por la senadora Carolina Viggiano de un presunto cohecho —al utilizar su investidura pública para obtener un viaje a Palestina violando la Ley General de Responsabilidades Administrativas—, el Senador respondió con un ataque vil que busca destrozar la reputación de Viggiano basándose en su vida personal desde la calumnia. Esta no es política, es violencia de género pura.

Como sociedad se debe exigir nombrar y sancionar este tipo de agresiones. Noroña no solo evade la denuncia de corrupción, sino que lanza calumnias sobre la vida personal de Viggiano, intentando silenciarla e intimidarla con la sombra del abuso y la violencia intrafamiliar (que, además, a palabras de la senadora, es una declaración falsa). Al sugerir que la legisladora "cobra la cobardía" de supuestos "hampón[es]" o "golpeadores", el Senador utiliza la violencia machista histórica para deslegitimar su voz y desviar el foco del presunto desvío de recursos públicos. No se trata de un simple error; es un patrón calculado de ataque a las mujeres que ejercen el poder y la fiscalización para denunciar la corrupción y la violencia.

La defensa de Viggiano es un llamado a la legalidad y la probidad: ¿Quién pagó el viaje de Noroña? Su calidad de legislador lo obliga a rechazar cualquier beneficio que comprometa su función, y la Ley prohíbe expresamente recibir regalos por su cargo. Al solicitar licencia y aun así capitalizar su figura pública para este viaje, Noroña vulnera la ley. Su único argumento contra este señalamiento sólido es el insulto, probando que su 'solidaridad' solo es aplicable cuando no le cuesta dinero o un debate frontal.

Es inadmisible que el poder legislativo se utilice para el escarnio y la calumnia contra las mujeres. La acción de Noroña no solo debe ser denunciada ante la Fiscalía por el presunto cohecho, sino ante las instancias electorales por violencia política de género. Su agresión busca recordar a todas las mujeres que la crítica y la vigilancia tienen un precio personal, y por lo tanto, busca amedrentar y usar su privilegio como hombre para acallar una voz. El mensaje es claro: la misoginia no puede ser la respuesta a la exigencia de transparencia. La justicia debe actuar con firmeza: se debe investigar el cohecho y sancionar la violencia.