Caso Cerrado: La supuesta oposición de Movimiento Ciudadano era una farsa vendida al pacto de impunidad
El voto naranja que impuso a la Fiscal General es la evidencia irrefutable. El partido sacrificó su fundación ética y se unió al oficialismo para garantizar el control absoluto de la justicia.


El telón ha caído sobre la supuesta oposición de Movimiento Ciudadano (MC). Su voto a favor de la Fiscal General de la República (FGR) en el Senado no fue un accidente legislativo; es la evidencia tangible de que su discurso de "nueva política" fue una farsa cínica diseñada para la venta. MC ha consumado la traición, posicionándose como un satélite dispuesto a sacrificar la autonomía de la justicia a cambio de pactos inconfesables con el partido en el poder.
La decisión de la bancada naranja es un delito contra el equilibrio de poderes. Al facilitar la imposición de una Fiscal incondicional, el partido se convirtió en el ejecutor principal que Morena requería para su estrategia de impunidad. Este movimiento garantiza que los graves señalamientos de corrupción, despilfarro y las acusaciones de narcogobierno que han marcado el sexenio queden archivados de manera permanente, protegidos por el manto de la FGR.
La condena moral es absoluta. Los principios de ética y transparencia que fundaron a MC fueron canjeados por la conveniencia. El partido usó el mandato de la ciudadanía que buscaba una alternativa real para legitimar la cooptación del Estado desde dentro. La oposición que prometieron es, en realidad, una complicidad de alto nivel que solo beneficia a las cúpulas políticas y no al interés público.
Con este acto, la oposición de Movimiento Ciudadano ha quedado definitivamente liquidada. El voto a favor de la Fiscal General es la prueba final de que MC no es un contrapeso; es un brazo estratégico de la impunidad. El país es testigo de cómo la justicia ha sido entregada, y la bancada naranja es la responsable directa de esta deshonrosa transacción.