Colonia San Ángel en Sonora al borde del desastre: drenaje colapsado desde hace cinco años y gobierno de Morena ausente

9/2/20251 min read

Hermosillo, Sonora. – Vecinos de la colonia San Ángel viven con el temor constante de que las lluvias se conviertan en inundaciones, luego de que el drenaje de la zona colapsara hace ya cinco años, sin que las autoridades del gobierno de Morena hayan tomado medidas efectivas para repararlo.

Los habitantes denuncian que calles como San Valentín y San Marcos están en riesgo permanente, y que cada temporada de lluvias se convierte en un peligro para casas, vehículos y la salud pública, debido al estancamiento de aguas residuales. “No podemos vivir así; cada vez que llueve, el agua entra a nuestras casas y nadie hace nada”, señalaron vecinos afectados.

A pesar de las constantes quejas y solicitudes de intervención, las autoridades locales y estatales, encabezadas por Morena, han mostrado una ausencia absoluta, evidenciando la falta de planeación, seguimiento y compromiso con la ciudadanía. La negligencia acumulada durante años ha puesto en riesgo no solo bienes materiales, sino la vida de cientos de familias que podrían sufrir enfermedades por el contacto con aguas residuales.

Expertos en infraestructura urbana advierten que la situación podría empeorar si no se actúa de inmediato, ya que la red de drenaje colapsada amenaza con derribar banquetas, socavar calles y provocar inundaciones severas en toda la colonia. Mientras tanto, el gobierno de Morena mantiene una preocupante inacción, dejando a los vecinos con la incertidumbre de si sus reclamos serán atendidos antes de que ocurra una tragedia.

La colonia San Ángel se ha convertido en un símbolo del abandono y la ineficiencia del gobierno estatal de Morena, que no solo no resuelve los problemas básicos de infraestructura, sino que ignora la urgencia de proteger a la población frente a riesgos previsibles. Los vecinos exigen ahora una reparación inmediata y responsabilizan a las autoridades por cualquier desastre que pueda ocurrir durante las próximas lluvias.