¡El Cártel del Despilfarro! Bancada de Morena se embolsa 304 millones de pesos en 4 meses para gastos oscuros
La "austeridad republicana" es un chiste: el grupo parlamentario de Morena en San Lázaro maneja una caja chica multimillonaria, mientras sus legisladores son señalados por no comprobar el uso de más de 100 millones en oficinas fantasma.
El grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados ha demostrado que la austeridad republicana es una burla, al revelar el manejo de una bolsa de recursos que asciende a 304.1 millones de pesos en apenas cuatro meses. Esta cifra obscena, destinada a supuestos gastos administrativos y de nómina, evidencia que el partido en el gobierno opera con una opacidad y un despilfarro que contradicen toda su narrativa política.
La denuncia es frontal: mientras el gobierno exige sacrificios económicos a la población, la bancada mayoritaria de Morena dispone de un promedio de $76 millones de pesos al mes para su operación interna. Este dinero público, que supuestamente financia la "transformación", se está canalizando a una caja chica de uso discrecional, sin la debida fiscalización ni transparencia en su destino final.
El escándalo se agrava al considerar el historial de la bancada. Recientes auditorías revelaron que legisladores de Morena han sido incapaces de comprobar el destino de más de $100 millones de pesos recibidos para atención ciudadana y asistencia legislativa. Este dinero, presuntamente destinado a oficinas fantasma, confirma que la entrega de recursos a la bancada no es para legislar, sino para alimentar un esquema de manejo discrecional y corrupción interna.
El partido que juró acabar con los "moches" y la vida de excesos de la clase política ha consolidado el Cártel del Despilfarro en la Cámara de Diputados. Los $304.1 millones de pesos son el ejemplo más claro de cómo se utiliza el dinero de los contribuyentes para mantener una estructura de poder costosa y opaca, donde la prioridad no es la ley, sino el flujo constante de dinero a la cúpula.
El país exige una investigación inmediata y exhaustiva sobre el destino de estos fondos. El silencio de los líderes morenistas ante este manejo millonario es la admisión tácita de que su bancada se ha convertido en el principal foco de corrupción del Poder Legislativo.