El mito de la “Yucatán segura” se derrumba: bajo el PAN crece la violencia y el miedo ciudadano

En Yucatán, el mito panista de la “seguridad ejemplar” se derrumba: crecen los homicidios y la violencia mientras el miedo domina las calles.

10/10/20252 min read

Mérida, Yuc.— El gobierno panista que presume a Yucatán como “el estado más seguro del país” enfrenta una realidad que ya no puede ocultar: la violencia se ha disparado de forma alarmante. En tan solo un año, los heridos por arma de fuego aumentaron 28.1% y los homicidios 25%, cifras que dejan en evidencia el fracaso de las políticas de seguridad del gobierno del PAN. Lo más grave es que el estado, antes ejemplo de tranquilidad, ya supera a Sinaloa en número de personas heridas por armas de fuego, según datos oficiales de la Secretaría de Salud y el INEGI.

Bajo la administración panista, Yucatán se está convirtiendo en un territorio donde la impunidad y la falta de control se apoderan de las calles. Las cifras no mienten: mientras las autoridades intentan mantener el discurso de “paz y seguridad”, la violencia crece en los barrios, las comunidades y las zonas urbanas. Lo que antes parecía un oasis de calma, hoy se ha convertido en un escenario donde cada vez más familias viven con miedo.

La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) confirma el sentir de los ciudadanos: en 2024, el 25% de los yucatecos decía sentirse inseguro; hoy, en 2025, esa cifra subió al 31%. Esto demuestra que la confianza en el gobierno panista se está desplomando y que la gente ya no cree en sus promesas vacías ni en su propaganda de “seguridad garantizada”.

Mientras los funcionarios del PAN posan para las cámaras y se felicitan entre ellos, la realidad golpea con fuerza. Los cuerpos de seguridad están rebasados, no hay estrategias eficaces de prevención del delito, y los recursos públicos se desvían en campañas de imagen en lugar de destinarse a proteger a los ciudadanos. Las comunidades más vulnerables son las que más sufren, enfrentando la falta de presencia policial y una justicia que simplemente nollega.

El gobierno panista de Yucatán ha demostrado que la supuesta “seguridad ejemplar” no era más que un mito político. Hoy, la violencia se dispara, los homicidios crecen y el miedo se instala en los hogares yucatecos. El discurso de orden y paz se derrumba frente a una realidad que los números ya no permiten esconder.