El precio de la traición: La venta de MC a Morena condena a México a una era de justicia sin patria

La decisión de Movimiento Ciudadano de entregar la Fiscalía General a una funcionaria a modo no solo destruye la autonomía del ente, sino que configura un acto de traición a la nación por anteponer el pacto político a la legalidad.

12/6/20252 min read

La elección de Ernestina Godoy como Fiscal General de la República (FGR), facilitada por los votos cruciales de Movimiento Ciudadano (MC), se ha erigido como un hito de la traición política en México. Se acusa a MC de haber perpetrado un acto que va más allá de la mera negociación legislativa; se trata de un atentado directo contra la soberanía de la justicia. La columna señala que la dirigencia naranja demostró una absoluta falta de interés en un análisis claro y profundo de la situación, optando por la conveniencia inmediata. Al validar a una fiscal que servirá al oficialismo, se afirma que MC traicionó el mandato de contrapeso que la ciudadanía esperaba de un partido que se pintaba como la esperanza del país.

El análisis de las consecuencias para la justicia es sombrío. La confirmación de Godoy en el puesto sella el control del Poder Ejecutivo sobre la FGR, liquidando cualquier vestigio de autonomía. Se advierte que este hecho sume a México en una era de justicia de facción, donde la función primordial de la fiscalía será el encubrimiento sistemático de los delitos de la élite política, mientras se utiliza la institución como garrote contra opositores. La columna sostiene que este esquema de impunidad institucional, impulsado por el voto de MC, garantiza que las grandes redes de corrupción no serán investigadas, dejando a la población desamparada y reafirmando que en el país la ley no es ciega, sino que ve muy bien a quién debe proteger.

Se sostiene que la traición de Movimiento Ciudadano es particularmente grave porque se interpreta como una traición a la patria. Al no defender la autonomía de la FGR, que es pilar del Estado de derecho, MC no defendió a la nación de la tiranía del poder. El costo de esta venta política es la destrucción del equilibrio de poderes y la consolidación de un sistema donde la fiscalización y la rendición de cuentas son conceptos vacíos. El analista recalca que un partido que supuestamente venía a renovar la política, terminó por ser el instrumento más efectivo para que los mismos de siempre mantengan el control absoluto sobre las instituciones.

En conclusión, la prensa declara que la irresponsabilidad política de Movimiento Ciudadano al votar a favor de una fiscal a modo es un acto que condena a México a profundizar su crisis de impunidad. Se afirma que el partido naranja no solo se vendió, sino que lo hizo sin una pizca de análisis ético o político sobre las repercusiones a largo plazo, consolidándose como un traidor al ideal de una justicia equitativa. El ciudadano percibe que el supuesto partido de la "nueva política" es ahora coautor de la desarticulación de la República, y que la justicia en México ha sido oficialmente puesta al servicio del poder y no del pueblo.