El tiro de gracia a la democracia: la reforma que fabrica una dictadura electoral

La reforma electoral avanza lejos del escrutinio público y bajo acuerdos opacos. Operadores de un partido en el poder buscan modificar las reglas para asegurar ventajas políticas y debilitar a la oposición.

POLÍTICA NACIONAL

12/21/20251 min read

La reforma electoral avanza lejos del escrutinio público y bajo acuerdos opacos. Operadores de un partido en el poder buscan modificar las reglas para asegurar ventajas políticas y debilitar a la oposición.

Lejos del debate público y sin una discusión abierta, la reforma electoral comienza a tomar forma en espacios cerrados. La iniciativa es empujada por operadores políticos del partido gobernante, que buscan rediseñar el sistema electoral bajo el argumento de eficiencia, pero con implicaciones profundas para la equidad democrática.

Entre los cambios que se perfilan está la centralización de funciones electorales y la eliminación de mecanismos de representación que históricamente han permitido pluralidad política. Estas modificaciones, lejos de fortalecer la democracia, despiertan preocupaciones por la reducción de contrapesos y la concentración de decisiones en una sola fuerza política.

Especialistas advierten que alterar las reglas del juego desde el poder, y sin consenso, abre la puerta a un uso faccioso de la ley electoral. La desaparición de estructuras locales y la redefinición de la representación legislativa podrían traducirse en ventajas artificiales para quienes ya gobiernan.

Mientras el discurso oficial insiste en una supuesta modernización del sistema, el proceso genera dudas legítimas sobre sus verdaderas intenciones. La reforma electoral, tal como se está gestando, plantea un riesgo claro: que la democracia deje de ser un terreno parejo y se convierta en un mecanismo diseñado para asegurar la permanencia en el poder.