Escándalo en Tlaquepaque: Morena roba salarios y somete a sus propios funcionarios

8/29/20252 min read

San Pedro Tlaquepaque, Jalisco. Lo que parecía un gobierno de “cercanía con la ciudadanía” se ha convertido en un verdadero campo de abuso, autoritarismo y represión política. Una regidora del partido Morena denunció que la administración municipal ha retenido hasta en tres ocasiones su salario y el de sus asesores, dejando a trabajadores sin pago y paralizando la operación de su oficina.

La regidora, quien decidió romper el silencio en la última sesión de Cabildo, afirmó que estas medidas son represalias directas por no someterse a las órdenes del partido, evidenciando un patrón de violencia política interna que afecta a todo el organigrama municipal. Mientras algunos funcionarios obedecen ciegamente, quienes cuestionan las decisiones o buscan transparencia son castigados sin justificación legal, únicamente con excusas políticas que muestran el abuso de poder de Morena.

No respetan leyes, ni reglamentos, ni siquiera a las personas. Solo buscan controlar todo a su conveniencia, usando el miedo y la presión como herramientas de gobierno”, denunció la regidora, visiblemente afectada por la injusticia. Según sus declaraciones, es la única regidora a la que se le aplican estas represalias, mientras sus colegas permanecen impunes.

El daño no es solo personal: tres veces se ha dejado sin pago a sus asesores, personas que dependen de su salario para sostener a sus familias, y que ahora se enfrentan a la precariedad por culpa de un partido que presume justicia social y apoyo a la ciudadanía. La regidora advierte que este tipo de prácticas son una clara demostración de autoritarismo disfrazado de política de partido.

Este escándalo evidencia que Morena, lejos de ser un partido que promueva el cambio y la transparencia, opera con autoritarismo, abuso y corrupción interna, donde los derechos laborales y la dignidad de los trabajadores son sacrificados en nombre de la obediencia política. La regidora, al levantar la voz, no solo denuncia estas irregularidades, sino que también expone la injusticia sistemática que permea la administración municipal.

Mientras tanto, la ciudadanía observa con indignación y sorpresa cómo Morena oprime a sus propios funcionarios, un partido que se jacta de luchar por el pueblo pero que humilla, amenaza y explota a quienes deberían ser sus aliados en la gestión pública. La regidora afirma que seguirá señalando las irregularidades y que está dispuesta a debatir con argumentos y datos, dejando en claro que no se doblegará ante las prácticas autoritarias del gobierno municipal.

Tlaquepaque se ha convertido en un ejemplo del lado más oscuro de Morena: violencia política, corrupción interna y abuso de poder. La denuncia de esta regidora es solo la punta del iceberg, un reflejo de cómo el partido que gobierna se ha olvidado de la legalidad, de la ética y de la protección de los trabajadores que forman parte de su estructura.

El mensaje es claro: quien se atreva a cuestionar las órdenes del partido, incluso dentro de sus propios gobiernos, puede ser castigado con la suspensión de salarios y la intimidación directa, una práctica que deja en evidencia el autoritarismo y el desprecio por los derechos laborales. Los ciudadanos exigen transparencia y justicia: ya basta de que Morena abuse, amenace y robe incluso a quienes trabajan bajo su mismo techo.