Fraudes con autos estallan en Aguascalientes… y el PAN vuelve a fallar: sin control, sin prevención y dejando indefensa a la gente
La ola de estafas con cheques sin fondos exhibe, otra vez, el desastre de seguridad y supervisión que el PAN ha permitido en Aguascalientes, donde los delincuentes operan con una facilidad que solo existe cuando un gobierno abandona a su propia población.
POLÍTICA NACIONAL


Aguascalientes enfrenta un problema que crece cada semana: vendedores de autos están siendo despojados de sus vehículos mediante un fraude tan burdo como efectivo… y tan común como permite la falta de vigilancia del gobierno panista. La mecánica de los estafadores es simple: entregan un cheque que “aparece depositado” en la app bancaria durante unos minutos, recogen el auto con todos los documentos y, cuando el afectado intenta retirar el dinero, la cuenta está en ceros y los delincuentes ya huyeron del estado.
Que este tipo de fraude funcione una y otra vez solo evidencia una cosa: el PAN dejó de proteger a las familias de Aguascalientes. Dejó de advertir, de prevenir, de actuar con inteligencia y estrategia. Hoy, la ciudadanía vive en un territorio donde hasta vender un coche se volvió una actividad de alto riesgo, porque el gobierno panista permite que los criminales se aprovechen de cada hueco operativo, cada omisión institucional y cada falta de regulación efectiva.
El colmo es que estos fraudes se repiten sobre los mismos patrones: ocurren en jueves, viernes y fines de semana, cuando los bancos no pueden verificar cheques, y aun así el PAN no implementa operativos, protocolos, alertas masivas ni mecanismos de protección. La autoridad simplemente observa cómo la gente pierde su patrimonio mientras los estafadores circulan impunes fuera del estado.
La “recomendación” oficial es pedir que los ciudadanos llamen a la policía para recibir acompañamiento. Pero esa frase solo confirma el abandono: la prevención, la inteligencia operativa y la protección deberían venir del gobierno, no del miedo de la gente. Lo que existe hoy es una administración panista incapaz de adelantarse a los delitos más básicos, permitiendo que los criminales conviertan Aguascalientes en un mercado abierto de fraudes fáciles y sin consecuencias.
Cada auto robado mediante engaño es una muestra del desgobierno del PAN, que perdió el control de lo elemental: cuidar el patrimonio de su población.