¡Funcionarios huyen de Guerrero! La delincuencia obliga a alcaldes a renunciar.
POLÍTICA NACIONAL
Ante la creciente violencia en Guerrero, la alcaldesa de San Nicolás, Tarsila Molina Guzmán, ha decidido renunciar tras recibir amenazas, sumándose al alcalde y la síndica de Cuajinicuilapa, quienes también abandonaron sus cargos. La inseguridad en el estado ha llevado a que funcionarios teman por su vida y dejen sus municipios sin gobierno, lo cual genera un vacío de autoridad preocupante en varias zonas afectadas por el crimen organizado.
¿Por qué las autoridades federales y estatales no han logrado frenar esta situación? Los recientes enfrentamientos armados en Guerrero, con un saldo de 25 muertos, son una muestra de la creciente incapacidad para controlar la violencia en el estado. Los líderes políticos del Partido Verde y del PRI ya han manifestado su preocupación, exigiendo que se tomen medidas efectivas para devolver la seguridad a estos municipios. Sin embargo, las acciones parecen insuficientes, y los municipios siguen siendo víctimas del abandono.
Guerrero necesita una respuesta contundente que restaure la paz y permita a sus autoridades locales ejercer sus funciones sin temor. Si el gobierno no actúa de inmediato, más funcionarios podrían decidir abandonar sus cargos, dejando a Guerrero en una situación crítica y sin esperanza de mejora en el corto plazo.