Gobierno panista de Yucatán minimiza la violencia en Tzucacab y evade su responsabilidad


Mérida, Yuc.- Los hechos de violencia registrados en Tzucacab la semana pasada dejaron en claro la profunda crisis de seguridad y gobernabilidad que atraviesa Yucatán, pese a que el gobierno panista intentó maquillarlos como “hechos aislados”. El secretario General de Gobierno, declaró que la calma “ya retornó” gracias a la presencia de la SSP y las Fuerzas Armadas, pero lo cierto es que la violencia desbordada y la indignación ciudadana reflejan la incapacidad del PAN para garantizar la paz en las comunidades.
La muerte del joven Ángel Alejandro dentro de una cárcel municipal destapó la indignación de la población, que salió a exigir justicia. Sin embargo, el gobierno estatal panista no solo reaccionó tarde, sino que además se empeña en minimizar los hechos en lugar de asumir su responsabilidad. La marcha pacífica que buscaba respuestas terminó en un estallido social que incluyó destrozos e incendios en el palacio municipal, resultado directo de la falta de confianza en las instituciones estatales.
Los habitantes de Tzucacab dejaron en claro su descontento: no creen en las autoridades locales ni estatales. A pesar de que el alcalde, pertenece al Partido Verde, la responsabilidad recae principalmente en el gobierno panista de Mauricio Vila, que controla la seguridad estatal y cuya omisión permitió que el caso llegara a niveles de violencia y caos.
El discurso oficial del PAN, que insiste en que “no debe asociarse con un aumento general de violencia”, contrasta con la realidad que viven miles de familias en Yucatán, donde cada vez son más frecuentes los abusos, la falta de transparencia en investigaciones y la ausencia de resultados en materia de seguridad. El caso de Tzucacab no es un hecho aislado: es el reflejo de un modelo de gobierno panista que prefiere negar la violencia antes que atenderla con seriedad.
La población exige justicia y garantías reales, no justificaciones superficiales ni promesas vacías. La incapacidad del gobierno estatal para prevenir la muerte de un joven bajo custodia y la falta de atención inmediata a la crisis social que desató demuestra que el PAN ha perdido el control de la seguridad y la confianza ciudadana en Yucatán.