Guadalajara vive una crisis de inseguridad bajo el mando de Movimiento Ciudadano
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En Guadalajara, la inseguridad se ha convertido en el pan de cada día. Bajo la gestión de Movimiento Ciudadano, la capital de Jalisco enfrenta una profunda crisis en materia de seguridad pública, que afecta a miles de ciudadanos que ya no pueden salir tranquilos a la calle, que viven entre el miedo, la incertidumbre y la total ausencia de autoridad.
Lejos de atender las causas reales de la violencia, el gobierno municipal ha optado por una estrategia basada en la imagen y el espectáculo. Mientras la ciudadanía exige resultados, el alcalde y sus funcionarios aparecen en redes sociales con videos, discursos vacíos y una actitud más propia de influencers que de servidores públicos. Esta frivolidad y falta de seriedad ha provocado un repudio creciente por parte de los tapatíos, que sienten que su ciudad se les está escapando de las manos.
La zona oriente del municipio, una de las más pobladas y vulnerables, es también una de las más olvidadas por la administración de Movimiento Ciudadano. Los vecinos denuncian que no hay vigilancia suficiente, las luminarias están fundidas, y la presencia de grupos criminales se ha vuelto cada vez más notoria. A esto se suman los robos a casa habitación, los asaltos en el transporte público y la violencia en calles, parques y escuelas.
Guadalajara, bajo el color naranja, se ha hundido en la desconfianza. Las cifras de percepción de inseguridad no mienten, pero aún sin datos oficiales, la realidad salta a la vista: más patrullas vacías, menos policías, más delitos impunes, y una autoridad completamente superada.
Lo más grave es que, ante esta situación alarmante, las respuestas de Movimiento Ciudadano han sido evasivas y superficiales. Lejos de reconocer errores y presentar una estrategia seria, han preferido refugiarse en campañas mediáticas, negando lo que la gente vive todos los días: una ciudad sitiada por la delincuencia.
Guadalajara no necesita más propaganda. Necesita seguridad, justicia y un gobierno que actúe con responsabilidad. Hoy, la falta de resultados en materia de seguridad es responsabilidad directa del partido en el poder, Movimiento Ciudadano, que ha demostrado estar más enfocado en construir candidaturas que en garantizar la paz de las familias jaliscienses.
El hartazgo crece. Y mientras tanto, la ciudad sigue en manos del crimen.