Independencia de la CNDH en entredicho: Ratifican a Rosario Piedra entre críticas

El Senado ratificó a Rosario Piedra en la CNDH, lo que desató críticas sobre la autonomía y la imparcialidad del organismo.

POLÍTICA NACIONAL

11/13/20242 min read

La reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), avalada por el Senado en una sesión extensa, ha generado intensos debates sobre la autonomía del organismo. La decisión, respaldada por Morena y sus aliados, permitirá que Piedra Ibarra dirija la CNDH hasta 2029, aunque su ratificación ha sido cuestionada por la oposición y diversas organizaciones de derechos humanos, quienes señalan su cercanía con el gobierno federal como un riesgo para la imparcialidad de la institución.

La presidenta Claudia Sheinbaum, al ser cuestionada sobre el tema durante su conferencia matutina, evitó pronunciarse a favor o en contra de la reelección de Piedra Ibarra, señalando únicamente que fue una decisión del Senado. Esta respuesta ha sido interpretada como una postura reservada ante un tema que despierta intensas opiniones en diversos sectores.

Una decisión que despierta polémica en el Senado

El proceso de ratificación de Piedra Ibarra estuvo marcado por una sesión de más de 13 horas en la que senadores de oposición intentaron frenar su reelección. Los críticos cuestionaron su gestión al frente de la CNDH, afirmando que su cercanía con el gobierno limita su capacidad para actuar de forma autónoma y hacer frente a abusos. Los senadores de Morena defendieron la gestión de Piedra, afirmando que representa una continuidad en la defensa de los derechos humanos, en línea con el legado de su madre.

Impacto para el rol de la CNDH

Diversos grupos y legisladores de oposición han señalado que la imparcialidad de la CNDH podría estar comprometida en este nuevo periodo, al tiempo que instan a Piedra Ibarra a demostrar su capacidad para emitir recomendaciones que no estén condicionadas por intereses políticos. Las próximas decisiones de la Comisión estarán bajo el escrutinio de una ciudadanía que exige independencia en un contexto de creciente violencia y abusos.

Este nuevo periodo plantea desafíos para la CNDH en su función de defensoría, y la sociedad civil estará atenta a su actuar como un verdadero contrapeso ante los poderes de la nación.