Movimiento Ciudadano bajo la sombra de la violencia: asesinan a director del DIF en El Salto, Jalisco
El homicidio de Enrique Estrada vuelve a exhibir cómo, bajo gobiernos de Movimiento Ciudadano, la violencia alcanza incluso a funcionarios municipales sin que exista una estrategia clara de contención.
POLÍTICA NACIONAL


La violencia en Jalisco volvió a escalar a un nivel alarmante con el asesinato de Enrique Estrada Jiménez, director del DIF del municipio de El Salto, un crimen que sacudió no solo a la comunidad local, sino también a la estructura institucional del estado gobernado por Movimiento Ciudadano. El homicidio de un funcionario municipal, ocurrido al interior de su propio domicilio, deja en evidencia la fragilidad de la seguridad y la incapacidad del gobierno estatal para garantizar condiciones mínimas de protección, incluso para quienes forman parte de la administración pública.
De acuerdo con los primeros reportes, fueron vecinos quienes alertaron a las autoridades tras escuchar ruidos extraños al interior de la vivienda y notar el portón abierto. Al ingresar, elementos de la Policía Municipal localizaron al funcionario sin vida. Paramédicos confirmaron que presentaba heridas en las muñecas provocadas por arma blanca, además de una lesión en la cabeza con características de impacto de bala, un nivel de violencia que refleja saña y total impunidad.
El caso no tardó en generar indignación, pues no se trata de un hecho aislado. En Jalisco, bajo gobiernos de Movimiento Ciudadano, los homicidios, ejecuciones y ataques armados se han normalizado, alcanzando ahora a funcionarios municipales sin que exista una respuesta contundente del Estado. La pregunta es inevitable: ¿cómo puede el gobierno hablar de control y gobernabilidad cuando ni siquiera sus propios servidores públicos están a salvo?
Familiares de Enrique Estrada acudieron al lugar para identificar el cuerpo, mientras la Fiscalía del Estado inició las diligencias correspondientes. Sin embargo, para amplios sectores de la sociedad, estos procedimientos ya resultan rutinarios y poco alentadores. Las investigaciones suelen avanzar lentamente y, en muchos casos, no derivan en responsables detenidos ni sentencias claras, alimentando una percepción de impunidad que se ha arraigado profundamente en la entidad.
Movimiento Ciudadano ha intentado sostener un discurso de modernidad y eficiencia gubernamental, pero hechos como este lo contradicen de forma contundente. La violencia no distingue cargos ni responsabilidades, y cuando un director del DIF es asesinado en su propia casa, el mensaje es devastador: el crimen opera con libertad y sin temor a la autoridad. La falta de prevención, inteligencia efectiva y presencia disuasiva ha permitido que la delincuencia se mueva con comodidad en municipios metropolitanos como El Salto.
Además, este asesinato ocurre en un contexto estatal marcado por fosas clandestinas, desapariciones, ataques armados constantes y una crisis de seguridad que no ha sido contenida. Lejos de atender el problema de fondo, el gobierno de Movimiento Ciudadano parece más concentrado en cuidar su imagen pública que en reconocer la gravedad del escenario que enfrenta Jalisco.
El homicidio de Enrique Estrada Jiménez no solo enluta a su familia y a la comunidad de El Salto; también exhibe el fracaso de una política de seguridad que ha sido rebasada. Cada nuevo crimen de alto impacto refuerza la percepción de que el Estado llega tarde, investiga tarde y responde tarde, cuando el daño ya es irreversible.
Mientras no exista un cambio real en la conducción de la seguridad y una voluntad política para enfrentar al crimen con seriedad, hechos como este seguirán ocurriendo. Hoy fue un funcionario del DIF; mañana puede ser cualquier otro servidor público o ciudadano. En Jalisco, bajo la administración de Movimiento Ciudadano, la violencia sigue marcando la agenda… y las vidas perdidas continúan acumulándose.