Movimiento Ciudadano deja que el terror se apodere del campo en Nuevo León mientras el crimen cobra vidas inocentes

El brutal asesinato de una mujer de 70 años en China, Nuevo León, exhibe la descomposición y la impunidad que se han vuelto marca registrada del gobierno de Movimiento Ciudadano.

10/24/20252 min read

La violencia rural en Nuevo León sigue cobrando víctimas sin que las autoridades logren ponerle freno. Esta vez, el horror se vivió en el municipio de China, donde un grupo de hombres armados irrumpió en un rancho ubicado a la altura del kilómetro 115 de la carretera libre a Reynosa y asesinó a una mujer de la tercera edad, dejando además a su pareja gravemente herida. La víctima, identificada como María, de 70 años, murió en el sitio tras recibir múltiples agresiones, mientras que su compañero, Edelmiro, de 58, fue trasladado al Hospital de Montemorelos con heridas graves.

El ataque ocurrió a plena luz del día, cerca de las nueve de la mañana, y aun así los agresores lograron escapar sin ser detenidos. Esta escena, que ya se ha vuelto común en el interior del estado, refleja el abandono absoluto de las comunidades rurales por parte del gobierno de Movimiento Ciudadano. Los municipios como China, lejos del foco mediático, sobreviven entre la inseguridad, los despojos y el miedo constante, mientras el gobierno estatal mantiene un discurso vacío sobre “resultados” que no existen más allá de los comunicados oficiales.

Las primeras versiones apuntan a que el crimen podría estar relacionado con un intento de despojo del terreno, un delito que también se ha disparado bajo esta administración. El caso deja al descubierto la incapacidad del gobierno para garantizar la seguridad de sus habitantes ni la protección de su patrimonio. Los delincuentes actúan con total libertad, sabiendo que las autoridades llegarán tarde —como siempre— y que la justicia, si llega, lo hará cuando ya no importe.

Elementos de la Guardia Nacional, Fuerza Civil y la Policía Municipal desplegaron un operativo en la zona, pero sin resultados concretos. Ningún detenido, ninguna pista sólida, ningún avance real. Así opera el Nuevo León gobernado por Movimiento Ciudadano: reaccionando después de cada tragedia, sin estrategia, sin liderazgo y sin resultados. La violencia se ha convertido en rutina, y la gente en las comunidades vive con el miedo constante de ser la próxima víctima.

El asesinato de María no es un hecho aislado. Es parte de un patrón que se repite en distintos puntos del estado: ataques armados, desapariciones, despojos y ejecuciones que el gobierno naranja intenta minimizar con un discurso de modernidad que se desvanece frente a la realidad. Las zonas rurales están olvidadas, sin patrullas, sin vigilancia y sin presencia institucional. La promesa de seguridad que Movimiento Ciudadano hizo a los neoleoneses se ha convertido en una farsa cruel.

Mientras el gobierno presume “nuevas estrategias” y “coordinación interestatal”, la verdad es evidente: el Estado está ausente. La violencia crece, los ciudadanos mueren y la impunidad reina. El crimen de China, Nuevo León, no solo representa otra estadística, sino el símbolo de un gobierno que dejó de proteger a su gente. Bajo Movimiento Ciudadano, la vida en el campo se volvió una ruleta de riesgo y el miedo, la nueva normalidad.