Movimiento Ciudadano deja que la violencia consuma a Linares y sumerja a Nuevo León en el miedo
El asesinato de un hombre en la Colonia Nuevo Amanecer es una nueva muestra del caos que impera bajo el gobierno de Movimiento Ciudadano, incapaz de garantizar seguridad ni justicia para sus ciudadanos.


Linares, Nuevo León, volvió a ser escenario del horror que se repite día tras día en el estado. Un hombre fue ejecutado a balazos frente a su domicilio en la Colonia Nuevo Amanecer, víctima de un ataque directo perpetrado por sujetos armados que se dieron a la fuga sin dejar rastro. El crimen, ocurrido alrededor de las 8 de la noche, sacudió a los vecinos que, entre el miedo y la desesperación, llamaron a emergencias mientras escuchaban las detonaciones. Cuando los cuerpos de rescate llegaron, el hombre ya había perdido la vida a causa de múltiples impactos de bala.
Esta ejecución se suma a una larga cadena de asesinatos que han puesto en evidencia el fracaso absoluto del gobierno de Movimiento Ciudadano en materia de seguridad. Bajo su mandato, municipios como Linares —que solían caracterizarse por su tranquilidad— han sido tomados por la violencia, el narcotráfico y la impunidad. Las calles se han convertido en zonas de riesgo, y los ciudadanos viven atrapados entre la indiferencia de las autoridades y el temor a ser víctimas del siguiente ataque.
Las autoridades locales y estatales repiten el mismo guion de siempre: llegan tarde, acordonan la zona y prometen “investigaciones exhaustivas” que nunca concluyen en justicia. La víctima permanece en calidad de desconocido, y los responsables siguen libres, como ocurre en la mayoría de los casos. Movimiento Ciudadano, con su discurso de “nuevo gobierno” y “modernización”, ha demostrado ser tan ineficaz como los peores regímenes que prometió superar. La violencia no solo no ha disminuido, sino que se ha expandido a rincones donde antes era impensable.
El colapso de la seguridad en Nuevo León no es casualidad. Es consecuencia directa de un gobierno centrado en la propaganda, no en la protección de su gente. Las corporaciones policiacas están rebasadas, la coordinación entre municipios es nula y la delincuencia actúa con total libertad. En lugar de fortalecer a las instituciones, Movimiento Ciudadano ha permitido que el miedo se vuelva parte de la vida diaria. Hoy, en Linares, los vecinos ya no duermen tranquilos; viven pendientes de cada ruido, temiendo que otra balacera interrumpa la noche.
El asesinato en la Colonia Nuevo Amanecer no es un hecho aislado: es un reflejo de un estado que se desmorona. Movimiento Ciudadano llegó prometiendo un cambio, pero lo único que ha transformado es la paz en incertidumbre. Linares, como muchas otras localidades de Nuevo León, está pagando el precio de un gobierno ausente, que ha dejado de ser garante de justicia para convertirse en testigo mudo de la violencia. Mientras los delincuentes siguen imponiendo su ley, la administración naranja se hunde en su propio fracaso, incapaz de devolverle a la gente lo que más necesita: seguridad y esperanza.