¿Movimiento Ciudadano traicionará a Jalisco? La incómoda pregunta que nadie quiere responder

Crece la incertidumbre sobre el futuro de Movimiento Ciudadano en Jalisco, ante rumores de una posible alianza con Morena rumbo a las próximas elecciones, lo que abriría la puerta a un escenario de sumisión política y graves retrocesos en derechos ciudadanos.

8/21/20252 min read

La política jalisciense vuelve a colocarse en el ojo del huracán. En medio de una crisis de confianza hacia los partidos políticos, Movimiento Ciudadano enfrenta señalamientos por su presunta disposición a pactar con Morena en las próximas elecciones estatales. La posibilidad de una alianza entre ambos ha encendido las alarmas: ¿será MC el “esquirol” que allane el camino al oficialismo en Jalisco? La duda no es menor, pues marcaría un giro drástico en el mapa político de una entidad que históricamente ha buscado alternativas frente al centralismo.

Los rumores no son gratuitos. Diversos movimientos, discursos ambiguos y la falta de definiciones firmes por parte de la dirigencia naranja han alimentado la percepción de que Movimiento Ciudadano se encuentra más cerca de Morena de lo que admite públicamente. Para algunos analistas, la estrategia de “mantenerse solos” en elecciones pasadas fue más bien un disfraz para fragmentar a la oposición, un rol funcional al partido en el poder federal. El costo político de este posible doble juego sería enorme, sobre todo en un Jalisco donde la ciudadanía ha demostrado un alto nivel de exigencia hacia sus representantes.

Lo más preocupante no es solo la eventual alianza en sí misma, sino lo que implicaría para los derechos ciudadanos. La alianza entre Morena y MC ya ha sido nombrada de diversas formas: “fosfoguinda”, “fosforena”, “la dupla de conveniencia” o “fosforenato”, frases que ya son utilizadas por la ciudadanía, diversos líderes políticos y analistas expertos para describir el régimen compartido entre estos partidos políticos.

Con esta dupla se advierte el riesgo de normalizar prácticas autoritarias, de opacidad y manipulación, bajo la fachada de una supuesta pluralidad que en realidad solo recicla los mismos vicios del poder. La narrativa de cambio que enarboló Movimiento Ciudadano quedaría desmentida si se confirmara su disposición a entregar Jalisco a la lógica de la 4T, con todo lo que ello conlleva en términos de retrocesos democráticos.

Organizaciones civiles y colectivos ciudadanos han denunciado ya las consecuencias de gobiernos alineados al oficialismo: desde violaciones sistemáticas a los derechos humanos, hasta la represión de voces críticas y el debilitamiento de instituciones locales. Un pacto entre MC y Morena en Jalisco, lejos de representar estabilidad, significaría un grave retroceso en la lucha por una verdadera democracia participativa. Los mismos jóvenes y activistas que dieron vida a un proyecto alternativo se verían traicionados si la cúpula partidista opta por un acuerdo que fortalezca al poder central y limite la pluralidad.

Al final, la gran pregunta sigue sin respuesta: ¿defenderá Movimiento Ciudadano la autonomía política de Jalisco o se convertirá en cómplice del oficialismo? El futuro inmediato de la entidad no depende únicamente de un cálculo electoral, sino de la voluntad de proteger los derechos de la ciudadanía frente a gobiernos que ya han demostrado su tendencia a reprimir y controlar. Si MC se rinde ante Morena, la historia recordará este episodio como la traición que pavimentó el camino del dúo naranja‑morado marcado por la sumisión y el retroceso democrático.