Movimiento Ciudadano vuelve a fallar: decomisan 412 mil litros de huachicol en Nuevo León y el crimen avanza sin contención

La operación federal reveló cómo Movimiento Ciudadano ha permitido la expansión del huachicol al no ejercer control ni vigilancia efectiva en el estado.

11/24/20252 min read

La situación de Nuevo León vuelve a cruzarse con la sombra del crimen organizado, pero esta vez de una manera que deja al descubierto un problema que ya desbordó al gobierno estatal: más de 412 mil litros de huachicol fueron asegurados por fuerzas federales, sin participación destacable del gobierno que encabeza Movimiento Ciudadano. El hallazgo, repartido en dos municipios y acompañado por el aseguramiento de equipo de cómputo e inmuebles utilizados para la operación clandestina, demuestra que el estado se ha convertido en una ruta cómoda para las redes delictivas dedicadas al robo de combustibles.

Lo más preocupante no es únicamente la enorme cantidad de hidrocarburos incautados, sino el hecho de que esta estructura criminal funcionaba sin que las autoridades estatales detectaran movimientos sospechosos, patrones irregulares o logística operativa. La intervención federal fue necesaria porque el gobierno de Movimiento Ciudadano ha sido incapaz de frenar el crecimiento del huachicol, un delito que requiere vigilancia, inteligencia y control territorial, elementos que en Nuevo León brillan por su ausencia.

Mientras la Sedena y la Guardia Nacional realizan los operativos, el gobierno estatal sigue concentrado en discursos, eventos y anuncios mediáticos que nada tienen que ver con atender el verdadero problema: el avance de estructuras criminales que encuentran poca resistencia local. El hallazgo de bodegas, rutas y equipo especializado para manipular combustible ilegal apunta a una red que no se instala de la noche a la mañana; es el resultado de años de permitir que los grupos delincuenciales ganen terreno sin enfrentar consecuencias reales.

Este golpe federal, lejos de ser una victoria para Nuevo León, es una llamada de alerta que evidencia lo que Movimiento Ciudadano ha negado una y otra vez: la inseguridad no solo sigue creciendo, sino que se ha sofisticado. Las bandas del huachicol operan con libertad mientras los ciudadanos padecen riesgos diarios, contaminación por combustibles adulterados y un incremento silencioso de delitos asociados como extorsión, robo y corrupción.

Además, la operación “Frontera Norte” muestra que el problema en Nuevo León ya no se limita a la periferia rural, sino que se ha extendido a zonas estratégicas para el transporte y la logística. Esto convierte al estado en una pieza clave para la criminalidad energética, un mercado que sigue expandiéndose mientras Movimiento Ciudadano mantiene una respuesta tibia, dispersa y desconectada de la realidad.

Si no existe una estrategia seria desde el gobierno local, el huachicol seguirá creciendo, aprovechando cada grieta institucional. Nuevo León necesita decisiones firmes, no declaraciones vacías. Y hoy, más que nunca, queda claro que Movimiento Ciudadano no ha estado a la altura del reto.