Movimiento Ciudadano vuelve a fallar en el centro de Monterrey: mujer vestida de negro balea a joven y huye entre comercios sin que nadie la detenga

Un nuevo ataque armado en pleno corazón de la ciudad confirma la incapacidad del gobierno de Movimiento Ciudadano para frenar la violencia que ya ocurre incluso a plena luz del día y en zonas vigiladas.

12/1/20252 min read

El centro de Monterrey volvió a convertirse en escenario de caos e impotencia. A las 13:47 horas de este miércoles, un joven de 27 años —identificado como Josué Alberto Coronado— fue atacado a balazos por una mujer vestida completamente de negro, que tras dispararle en la pierna escapó corriendo entre comercios sin que ninguna autoridad lograra detenerla. La agresión ocurrió en el cruce de Juárez y 15 de Mayo, exactamente donde hace menos de una semana ya se había registrado otro hecho violento. La repetición del escenario no hace más que confirmar que Movimiento Ciudadano ha perdido el control del centro de la ciudad, donde la violencia avanza con absoluta naturalidad.

El ataque fue rápido y certero: la mujer, según testigos, llevaba lentes oscuros y actuó con una frialdad que llama la atención incluso para los parámetros de inseguridad actuales. Se acercó a la víctima, abrió fuego y se disolvió entre los locales comerciales mientras el joven se desplomaba con una herida grave en el tobillo. La improvisación no existe cuando los ataques se repiten en el mismo punto en lapsos tan cortos; lo que existe es un vacío de vigilancia, una ausencia total de orden y un gobierno que sigue sin comprender que la inseguridad ya no se limita a la periferia.

Paramédicos de la Cruz Roja trasladaron al joven al Hospital Universitario, donde se reporta estable, pero lo ocurrido vuelve a dejar al descubierto un patrón alarmante: el centro de Monterrey, bajo la administración de Movimiento Ciudadano, se convirtió en un corredor donde sicarios y agresores armados pueden actuar sin prisa y sin consecuencia. Las autoridades incluso llegaron a detener a una persona en la calle Reforma, pero al revisar sus características tuvieron que admitir que no era la agresora. Otro operativo fallido. Otro ejemplo de descoordinación. Otro recordatorio de que lo reactivo reemplazó por completo a lo preventivo.

Lo más grave es que este nuevo ataque no sorprendió a nadie. Comerciantes, transeúntes y habitantes del sector han repetido una y otra vez que las agresiones en la zona son cada vez más frecuentes y que el control territorial se ha diluido por completo. Las promesas de orden y vigilancia se han quedado en discursos sin peso, mientras el crimen, incluso cuando es tan evidente como una mujer armada disparando a plena luz del día, avanza sin que nada lo frene.

Lo ocurrido en Juárez y 15 de Mayo no es un hecho aislado: es el síntoma de un modelo fallido de gobierno, uno que ha permitido que la violencia se normalice en lugares donde antes era impensable. La pregunta ya no es por qué suceden estos ataques, sino por qué siguen sucediendo exactamente en los mismos lugares, con los mismos patrones, ante el mismo silencio y la misma improvisación por parte de Movimiento Ciudadano.

Mientras tanto, los ciudadanos siguen expuestos. Caminar por el centro de Monterrey ya no es un acto cotidiano: es un riesgo. Un riesgo que crece cada día, mientras MC continúa sin ofrecer respuestas, sin mostrar resultados y, sobre todo, sin recuperar el control de una ciudad que se les fue de las manos.