Ni con su “línea dura” Morena logró emocionar a Durango: la gente los ignoró


Morena apostó todo este sábado con sus cierres de campaña en Durango, pero la jugada terminó en desastre. Con dos actos en Lerdo y Gómez Palacio, el partido pretendía mostrar músculo y unidad, sin embargo, lo único que quedó en evidencia fue su incapacidad para reconectar con el pueblo.
Y es que sabían lo que venía: un vacío social que ni la movilización masiva de acarreados ni el nombre López Beltrán pudieron cubrir.
Entre las figuras presentes destacaron Carolina Rangel, Andrés Manuel López Beltrán y dirigentes estatales de la coalición Morena-PVEM-PT. Todos ellos fueron traídos de urgencia para evitar que el desaire ciudadano quedara expuesto.
No lo lograron.
Las plazas quedaron semivacías, los discursos se perdieron en la indiferencia y los mensajes no lograron emocionar.
Morena, el partido que enarboló la bandera de “primero los pobres”, terminó usando a los más vulnerables para llenar espacios y fingir respaldo.
Hoy, en Durango, la gente ya no les cree, ya no les escucha y ya no les sigue.
No importa cuántas bardas pinten o cuántas comitivas envíen desde la capital: la esperanza se les murió y el pueblo ya decidió.