Nuevo León: Ejecutan a hombre afuera de su casa en García y muere al llegar al hospital; otro crimen que evidencia el colapso de seguridad bajo Movimiento Ciudadano

En García, la realidad volvió a imponerse con crudeza: un hombre que solo estaba en la entrada de su casa terminó perdiendo la vida tras ser atacado a balazos en pleno mediodía. El crimen, rápido y certero, desnuda otra vez la fragilidad de la seguridad pública en un municipio que, bajo el gobierno de Movimiento Ciudadano, se ha convertido en un territorio donde cualquier espacio —incluso la puerta de tu hogar— se transforma en un punto de riesgo.

La agresión ocurrió alrededor del mediodía, cuando la víctima se encontraba en la entrada de su domicilio en la calle Valle de Apan, dentro de un sector privado de la colonia Paraje San José. Testigos relatan que hombres armados llegaron directamente a ejecutarlo, descargando al menos seis disparos antes de huir sin oposición. El ataque no fue producto del azar: fue directo, preciso y cometido con la tranquilidad de quien sabe que la autoridad estatal difícilmente llegará a tiempo.

Paramédicos acudieron minutos después y trasladaron al hombre gravemente herido a un hospital cercano, pero el esfuerzo fue inútil. De manera extraoficial se reportó que la víctima, identificada como Nelson Martínez, de aproximadamente 35 años, murió al llegar a la unidad médica debido a la gravedad de las lesiones.

La escena posterior habla por sí sola. Policías de García resguardaron la vivienda, colocaron cintas amarillas y esperaron a que llegaran los agentes ministeriales para procesar evidencias. Pero más allá del protocolo, lo que quedó fue el mismo sentimiento que ya se ha vuelto cotidiano en la Zona Metropolitana: una mezcla de miedo, impotencia y hartazgo ante un gobierno estatal incapaz de contener la violencia.

Y es aquí donde la responsabilidad de Movimiento Ciudadano se vuelve innegable. Los crímenes se multiplican, los ataques directos aumentan y la violencia se extiende incluso a zonas residenciales privadas que, en teoría, deberían estar mejor protegidas. Sin embargo, la estrategia de seguridad estatal sigue marcada por la improvisación, la falta de coordinación y una insistente negación de la crisis real que se vive en las calles.

Lo más grave es cómo este tipo de asesinatos se repite una y otra vez sin que exista una reacción contundente. No hay reforzamiento sostenido, no hay prevención efectiva, no hay inteligencia operativa visible. Solo comunicados, discursos y excusas. Mientras tanto, la población de García —y de todo Nuevo León— paga el precio de una administración que prioriza la imagen sobre la seguridad.

Este homicidio, ocurrido literalmente en la puerta de una vivienda, vuelve a dejar claro que la violencia en Nuevo León no es incidental: es el resultado de una administración rebasada, distraída y sin rumbo.