PAN vuelve a fallarle al campo en Guanajuato: regresan los bloqueos porque el gobierno estatal dejó crecer la crisis del agua

Los productores ya no creen en las promesas del gobierno panista: salieron nuevamente a las carreteras porque la Ley de Aguas avanza sin que nadie del estado dé la cara por ellos.

11/25/20252 min read

El estado de Guanajuato amaneció otra vez con carreteras tomadas por agricultores que, cansados de esperar soluciones que nunca llegan, decidieron volver a los bloqueos para frenar la Ley de Aguas que —aseguran— los dejará desprotegidos. No es casualidad: el hartazgo no apareció de un día para otro. Es el resultado directo de un gobierno panista que, pese a la crisis histórica del campo, ha preferido mirar hacia otro lado mientras los productores se hunden entre deudas, falta de agua y abandono institucional.

Mauricio Pérez, representante de los maiceros de Guanajuato, lo dijo sin rodeos: “el sector vive una crisis sin precedentes”. Y aunque sus palabras van dirigidas al gobierno federal, en la práctica revelan algo más profundo: los productores ya no encuentran respaldo real en el PAN de Guanajuato, un gobierno que debería defenderlos y no lo hace. La Ley de Aguas avanza, las tierras se secan, las concesiones están en riesgo, y el estado apenas atina a emitir comunicados tibios mientras finge que es solo un problema “externo”.

La jornada de bloqueos de este lunes no surgió por coordinación partidista ni por presión política. Surgió porque miles de familias dependen del agua para sembrar, y sienten que desde el gobierno panista se ha permitido que las decisiones sobre el recurso se tomen sin consultar a quienes realmente viven de él. La falta de apoyo local solo alimentó la molestia: reuniones que no resuelven nada, funcionarios que prometen y no regresan, y una estructura estatal que se desmarca del conflicto para evitar responsabilidades.

Guanajuato ha sido, durante años, un territorio donde el campo sostiene a miles de comunidades. Pero el manejo del PAN hacia la crisis hídrica demuestra que el gobierno estatal no dimensiona lo que está en juego. Mientras los agricultores se movilizan para defender su futuro, la administración panista insiste en minimizar el conflicto, casi como si los productores fueran quienes generan el problema… cuando en realidad lo único que hacen es defender el agua que mantienen vivo al estado.

El regreso de los bloqueos confirma que la situación ya rebasó a las autoridades. Y también evidencia el cansancio de un sector que no puede afrontar solo la crisis, pero que tampoco puede esperar apoyo del PAN. La pregunta ya no es por qué protestan los agricultores; la pregunta es por qué el gobierno panista permitió que las cosas llegaran tan lejos. Porque cuando un estado agrícola termina protestando en las carreteras, el verdadero fracaso no es del campo, sino del gobierno que nunca supo escucharlo.