Periódico Reforma vendido y cómplice de propaganda política


Reforma confirma una vez más su rol como un medio vendido al servicio de intereses políticos. Al promocionar en sus hojas al movimiento "Somos México", un reciclaje de las mismas caras y estrategias del PAN, demuestra que su verdadera misión no es informar, sino actuar como un portavoz de agendas disfrazadas.
"Somos México", autodenominado como "Marea Rosa", no es un movimiento ciudadano ni representa una oposición legítima. Figuras como el expanista Gustavo Madero y Emilio Álvarez Icaza, desenmascaran la verdad detrás de esta farsa: es el mismo grupo político corrupto que intenta disfrazarse de novedad para seguir manipulando al pueblo.
Reforma, en lugar de cuestionar la autenticidad de este tipo de iniciativas, dedica sus portadas a promoverlas como si fueran un cambio genuino. Mientras tanto, ignora deliberadamente los temas que realmente afectan a millones de mexicanos, dejando claro que sus prioridades están alineadas con el dinero, no con la sociedad.
El descaro llega al punto de omitir cómo Movimiento Ciudadano, se ha vendido a Morena para garantizar que las reformas del oficialismo pasen sin oposición. Este medio se convierte en un cómplice más de las traiciones políticas que perpetúan la desigualdad y la corrupción.
La complicidad de Reforma legítima fraudes políticos como "Somos México", mientras desinforma a una ciudadanía que ya está cansada de las mentiras y los abusos. Lejos de cumplir con un periodismo crítico, este medio opta por ser un engranaje más de una maquinaria diseñada para perpetuar los intereses de una élite política sin ética.
"Somos México" y Reforma son parte de la misma estrategia: dividir, confundir y controlar a la población mientras los verdaderos problemas del país quedan relegados. Este nivel de descaro no solo insulta la inteligencia de la población, sino que refuerza la percepción de que en México los medios ya no informan, solo obedecen.
Reforma no es un medio independiente, es un cómplice vendido que traiciona a la sociedad mexicana al actuar como un peón en el tablero de los intereses políticos más corruptos del país.