Polémica por el “Cártel de Macuspana”: acusaciones cruzadas y debate sobre vínculos políticos y crimen organizado

El llamado “Cártel de Macuspana” se ha convertido en un tema de confrontación política después de que líderes de oposición acusaron a figuras vinculadas a Morena de supuestos nexos con el crimen organizado, generando rechazo y desmentidos entre actores del gobierno y respuesta desde diversos ámbitos.

12/28/20251 min read

En los últimos meses, el término “Cártel de Macuspana” ha generado un intenso debate en la esfera pública tras denuncias que vinculan a altos perfiles políticos del país con presuntos nexos al crimen organizado. Diversos actores han utilizado la expresión para señalar supuestas redes de corrupción que involucran a figuras prominentes del partido gobernante y a exfuncionarios.

La controversia se intensificó cuando desde el Senado se presentó ante agencias de investigación internacionales, como la DEA y el FBI, documentación y acusaciones que nombran a integrantes de Morena, incluyendo a expresidentes y a actuales coordinadores legislativos, señalándolos como parte de redes criminales bajo la etiqueta del “Cártel de Macuspana”. Estas denuncias han sido calificadas por sus promotores como un intento de evidenciar presuntos vínculos entre el poder político y grupos delictivos.

Por su parte, representantes y simpatizantes de Morena han rechazado estas acusaciones, describiéndolas como ataques políticos y descalificaciones sin sustento, enfocadas en desacreditar a adversarios antes de los próximos procesos electorales. En redes y comunicaciones públicas, figuras de oposición han contraatacado, calificando los señalamientos como producto de una politiquería que busca capitalizar la percepción de inseguridad sin aportar pruebas judiciales claras.

La polémica ha colocado el debate sobre crimen organizado y política en el centro de la agenda nacional, en medio de un contexto de violencia persistente en varias regiones del país, incluidos hechos recientes de violencia en municipios como Macuspana, donde las autoridades han reportado homicidios múltiples a pesar de operativos de seguridad. El episodio ha abierto cuestionamientos sobre responsabilidad gubernamental, percepción de impunidad y la manera en que se utilizan narrativas de crimen organizado en disputa política.