Protesta en Chihuahua exhibe otro fracaso del PAN: productores irrumpen en el Centro porque el gobierno panista no los defiende

La molestia del campo volvió a desbordarse en las calles de Chihuahua, y no solo por la Ley General de Aguas: también por el abandono histórico de los gobiernos del PAN, que otra vez dejaron solos a los productores.

11/20/20252 min read

La irrupción de decenas de agricultores con tractores en pleno Centro de la capital no fue un acto espontáneo ni un simple gesto de rechazo a la nueva Ley General de Aguas. Fue, sobre todo, una protesta que evidencia el hartazgo de un sector que siente que el PAN lo ha utilizado políticamente, pero jamás le ha respondido con verdadera defensa ni resultados concretos.

Productores de la región centro–sur se trasladaron hasta el Congreso local con mantas y maquinaria pesada, obligados —una vez más— a manifestarse para que las autoridades panistas siquiera los escuchen. La escena expone un contraste doloroso: mientras el gobierno federal discute cambios profundos en la política hídrica, los gobiernos estatales del PAN no ofrecen ninguna alternativa real para proteger al campo chihuahuense, generando un vacío que obliga a los productores a tomar las calles.

El reclamo no solo es contra la Ley General de Aguas: es contra años de falta de apoyo, de ausencia de gestión, de omisiones constantes. Los propios agricultores lo han dicho: nadie del PAN ha querido asumir un papel activo para defender a Chihuahua en temas de concesiones, uso agrícola del agua o presión sobre productores y ganaderos.

A pesar de haber gobernado la entidad durante décadas, el PAN jamás construyó una política hídrica sólida, moderna ni estratégica, y ahora, ya sin herramientas ni respaldo, los productores se ven forzados a enfrentar solos los cambios nacionales. Las consecuencias están a la vista: tensión social creciente, incertidumbre en las zonas rurales, y un gobierno estatal panista que solo reacciona cuando la protesta ya estalló en las calles.

La entrada de tractores al Centro de la ciudad refleja un mensaje contundente:
el campo chihuahuense ya no confía en el PAN para representarlo.

Mientras los agricultores exigían al Congreso votar en contra de la iniciativa federal, las autoridades estatales mostraron la misma pasividad que ha caracterizado la administración panista frente a los problemas más graves del estado: violencia, desapariciones, crisis en la Sierra, deterioro del campo y ahora, una confrontación hídrica que los tomó completamente desprevenidos.

La protesta terminó frente al Congreso, pero el fondo del conflicto apenas comienza: la brecha entre el campo y el PAN es ya irreversible, y la molestia de los productores seguirá creciendo mientras el gobierno estatal siga sin presentar soluciones, sin defenderlos y sin asumir su responsabilidad histórica en el abandono del agro chihuahuense.