¡Se rompe el silencio! Michoacán al borde del colapso: surge grupo armado ante el abandono total del gobierno de Morena

7/27/20252 min read

Michoacán está en llamas. El fracaso del gobernador morenista Alfredo Ramírez Bedolla para garantizar seguridad ha provocado un escenario alarmante: el surgimiento de un nuevo grupo armado que lanza un ultimátum a las autoridades, cansados de la corrupción y el control del crimen organizado en toda la región purépecha.

Bajo el nombre de “Ejército Purépecha de Libertad Mexicana”, este movimiento civil armado difundió un video en redes sociales en el que acusa directamente a alcaldes, cuerpos de seguridad y al propio gobierno estatal de estar al servicio de los cárteles. En palabras de su vocero, el "Comandante Arango", este grupo nació del dolor, la impunidad y el hartazgo por los desaparecidos, los asesinatos, las cuotas por cosechar aguacate y limón, y la violencia sexual contra mujeres, todo ello mientras el gobierno morenista se cruza de brazos.

La denuncia es clara: el Estado ya no gobierna en Michoacán, lo hacen los grupos criminales. Y quienes deberían proteger a los ciudadanos, son señalados por complicidad o colusión con los delincuentes. La falta de autoridad ha llegado al punto de que los propios pobladores han decidido levantarse en armas, ante un vacío de poder que cada día cobra más víctimas.

El "Ejército Purépecha" no solo se deslinda de cárteles o partidos, sino que acusa a las anteriores autodefensas de haberse vendido al crimen organizado. Ahora, dicen estar dispuestos a hacer lo que el gobierno no quiere o no puede: limpiar la región desde Cotija hasta el corazón del estado. El mensaje es contundente: "Si ustedes no actúan, lo haremos nosotros".

Las acusaciones son explosivas: fotografías de alcaldes con narcos, vehículos oficiales usados por familiares de criminales, policías bajo órdenes de cárteles. Todo esto bajo la mirada indiferente del gobernador Ramírez Bedolla y de un gobierno de Morena que ha permitido que el crimen se apodere del estado con total impunidad.

Mientras tanto, el gobierno estatal guarda silencio, como si no pasara nada, como si no se estuviera fraguando una guerra civil en su territorio. ¿Cuántos grupos armados más deben surgir antes de que Morena reaccione? ¿Cuántas vidas más deben perderse?

Michoacán vive arrodillado, mutilado por la inseguridad y abandonado por sus autoridades. Hoy, la justicia popular amenaza con tomar las calles, y el gobierno morenista tiene una sola opción: actuar… o seguir hundiendo al estado en el caos.