¡VIOLENCIA FUERA DE CONTROL! Con Layda Sansores, Campeche rompe récord de homicidios dolosos: 82 asesinatos en lo que va de 2025

La seguridad en Campeche está hecha pedazos. Con 82 homicidios dolosos acumulados al 12 de noviembre, el gobierno de Layda Sansores demuestra que ha perdido por completo el control del estado.

11/14/20252 min read

Campeche enfrenta un año oscuro, marcado por una violencia que avanza sin freno mientras la gobernadora Layda Sansores se mantiene distraída en propaganda y confrontaciones políticas. Los datos son brutales: 82 asesinatos cometidos en menos de once meses, una cifra que pulveriza la imagen de “estado seguro” que Morena presume sin sustento. La realidad es totalmente distinta: hoy Campeche es un territorio vulnerable donde el crimen se siente cada vez más cómodo.

Lo más alarmante es la tendencia. Los primeros meses del año arrancaron con una racha sangrienta, y conforme avanzaron las semanas, la violencia dejó de ser la excepción para convertirse en rutina. Mes tras mes se registraron ejecuciones, hallazgos de cuerpos, asesinatos con arma de fuego y crímenes que antes eran impensables en el estado. Incluso los meses tradicionalmente más tranquilos se vieron manchados por ataques que evidencian la falta de presencia policial y la incapacidad total del gobierno para contener la ola delictiva.

Mientras las cifras se disparan, la respuesta de la gobernadora ha sido prácticamente inexistente. Layda Sansores ha minimizado la crisis, ha evitado asumir responsabilidad y ha preferido refugiarse en discursos vacíos, como si eso pudiera esconder el miedo que viven miles de familias. Sus prioridades no están en reforzar la seguridad, sino en sostener su imagen y alimentar su programa semanal, mientras el crimen opera con absoluta libertad.

La falta de estrategia es evidente. No hay operativos contundentes, no hay coordinación real con fuerzas federales, no hay reforzamiento en zonas críticas ni inversión en capacitación o equipamiento policial. Lo que sí hay es una preocupante pasividad institucional que deja claro que la seguridad no forma parte de la agenda del gobierno estatal. Y lo paga la gente: trabajadores, estudiantes, comerciantes y comunidades enteras que ya no saben si volverán a casa.

Los 82 homicidios dolosos no son simples estadísticas; son vidas perdidas que exponen el fracaso más grave de la administración de Sansores. Cada asesinato refleja la desprotección absoluta en la que se encuentran los campechanos. El clima de violencia no solo crece: se normaliza, y eso es lo más peligroso.

La gobernadora prometió transformación, pero entregó incertidumbre. Prometió seguridad, pero entregó miedo. Y mientras insiste en negar la crisis, Campeche enfrenta el año más violento de su historia reciente. La gente ya no quiere discursos: quiere resultados. Pero bajo el mando de Layda Sansores, esos resultados simplemente no llegan… y la violencia tampoco se detiene.